Cenen impunidad, platillo predilecto de los delincuentes de cuello blanco.
No hagan ruido con la liberación de la pandilla de facinerosos.
Hagan lo imposible para que el asunto pase a un plano menor.
Dejen en paz al extorsionador Arturo Rueda Sánchez y sus amigos de negro historial Daniel Tavera Ramos, creador de empresas fantasmas y Francisco Romero Serrano, contador encargado de chantajear a presidentes municipales.
Los tres cómplices en el desprestigiado periódico Cambio y títeres del futuro senador Ignacio Mier Velazco, quien aparece en el directorio del diario como presidente del consejo directivo.
Prohibido actuar contra el tenebroso Eukid Castañón Herrera. Mejor se le utilizó en el intento frustrado de desprestigiar al armentismo, cuando siempre ha servido al PAN morenovallista.
Pareciera que algunos periodistas, que se muestran punzantes en juicios menores, no quisieron hacer enojar al impulsor de esas liberaciones.
Tan brillantes son los abogados de la pandilla, que convencieron a los jueces de que sus clientes merecen enfrentar en libertad condicional las acusaciones en su contra por diversos delitos graves.
Los litigantes se llamarán agraviados si se piensa que fueron ayudados por los oscuros recovecos que contienen las leyes.
Dirán que son difamados si se argumenta que llovieron cañonazos millonarios y la promesa de convertirse en magistrados.
Quizá puede aclarar dudas Guillermo Pacheco Rodríguez, el abogado que defendió a Francisco Romero Serrano, influyendo en la modificación de las medidas cautelares, porque no se entiende su presunción de haber encontrado respaldo en las altas esferas del gobierno estatal y que pronto será magistrado por sus influencias personales, las de su abuelo Guillermo Pacheco Pulido y su papá Jesús Morales Flores.
La jueza que le cambió las medidas cautelares a Romero Serrano fue Rosa Aurora Espejel Prado, la misma que liberó al presunto asesino de Meztli Sarabia, hija del líder de la “28 de Octubre”, Rubén Sarabia “Simitrio”, desechando todas las pruebas que lo inculpaban.
Otros reos, por mucho menos de lo que han hecho Rueda, Romero, Eukid y Tavera, purgan condenas de miedo.
POSDATA: La justicia es benévola con los malvados. Quizá porque es ciega.
POSDATA 2: Ojo: En 2020, surgió una lista de jueces de control con señalamientos ante el Consejo de la Judicatura por sus resoluciones de liberar a personas presuntamente relacionadas con el crimen organizado: Rosa Aurora Espejel Prado, Rosa Celia Pérez González, Blanca Laura Olivier Palacios, Javier Vázquez Fernández, Carlos Guillermo Ramírez Rodríguez, Salvador Hernández Martínez.
La Fiscalía General del Estado tiene en su poder los expedientes que, al parecer, se congelaron con la muerte del entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta.
POSDATA 3: A pesar de que (César o Pavel N.) confesó haber asesinado de un balazo en la cabeza a Meztli Sarabia, la sala 1 del Tribunal Colegiado de Enjuiciamiento Estatal, cuya presidenta era Rosa Aurora Espejel Prado, desechó todas las pruebas por considerarlas mal fundadas y violatorias de sus garantías.
En total impunidad quedó el caso de Meztli, ella sí y su familia, huérfanas de garantías.
Rosa Aurora Espejel Prado, vuelve a ser protagonista, siendo la jueza que cambió las medidas cautelares a Francisco Romero Serrano.
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